Jesus, lo del baño era para refrescarse, y de paso limpiar las motos de barro.
El día se nos hizo corto, muy corto. Estuvimos más rato parados que andando...pero lo que hicimos lo disfrutamos a tope.
Lástima que Juan se este haciendo mayor y tuviera que volverse mientras nosotros,los más jóvenes, seguimos gastando gasolina y tacos.
Un día de estos llegaremos al Restaurante antes de las cuatro de la tarde y puede que tengan pollo. No hay que perder la esperanza. Mientras tanto nos conformamos con el salmorejo, el plato combinado, las croquetas, el churrasco.....ñam-ñam